domingo, 3 de febrero de 2008

La Culpa del Deseo Ausente




Ocurre que estás en alguna parte de la calle,

Por mientras, idiotamente ajito un lápiz,

Que pronto una letra innecesaria verá nacer

Sorteamos al beso innumerable, lo que nunca termina, mientras mi pecosa frente se olvida de la sombra que tus labios dejaban al besarla

Podría omitir todo esto y deshacerme de ti como siempre lo hago, pero nunca ha sido el acto lo que me hace pensarte…

Y Ahí estás…

Allá nosotros, esos que se aman febrilmente sin siquiera saber el cómo, si ya no somos.

¿Querrías besarme con el rostro en blanco y creer que nunca he sido yo la que ves mientras duermes?

Pensaremos que esto es un secreto, creeremos que la épica y desmemoriada hiena reirá por nosotros lo que pudimos advertir. No te dejaré lo más difícil, no te besaré con los pómulos enrojecidos como solía hacerlo, por encima de la espesura de mis piernas descansarás culpable por haberme deseado todo este tiempo.

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