lunes, 17 de marzo de 2008

Lhasa de Sela

Curiosamente, buscando más información sobre una de mis “bandas” amadas, “Lhasa de Sela” me encontre con la maravillosa sorpresa de que otra persona opina absolutamente lo mismo que yo, mencionando a dos personajes que admiro desde muy pequeña y que jamás creí ver mencionadas por alguien ajeno a mi.


Copio y pego lo que escribió:



“Se enamoró a los 19 años de Ives Desrosiers -productor, guitarrista y compositor responsable de numerosas películas en Canadá- y estableció la vocación misma de sus padres.


–Su padre: un escritor y profesor mexicano;
Su madre:, una fotógrafa neoyorkina-:

El viaje. Rodar. Porque si una circunstancia atravesó este matrimonio cultural fue la errancia y erradicación de las fronteras sobre una van destartalada que en Big Indian, un pueblito montañés de Nueva York, halló espacio para el nacimiento de la hija que a los 13 años cantaría ya en los bares de San Francisco y más tarde viajaría enamorada a Canadá, donde recordaría -inevitablemente al despedirse de él- una imagen –todas las imágenes son textuales-: su padre estudiando y escribiendo sobre el mito mexicano de La Malinche y las historias que crecieron junto a ella, contadas exclusivamente: fue la Llorona y su significado interminable lo que provocó la inspiración de los dibujos, pinturas y más tarde la escritura que darían forma a las más de 300 mil copias que angustiaron Francia y adquirieron disco de Platino en Canadá: La Llorona (1997), la historia de un amor que siempre queda en el camino, la carretera y el movimiento, la tragedia del abandono y el amor imposible, que solo habitará en el recuerdo de ellos. Una lírica de las mitologías y el folklore de Latinoamérica.


Entre acto viaja a Europa tras el éxito de La Llorona y cala junto a sus hermanas en Pocheros, “el circo contemporáneo” donde trabajó hasta componer más tarde, ya inmóvil en el puerto de Marsella (la inmovibilidad no impide el viaje), luego de 7 años de diluvio, The Living Road(2003), donde – si La Llorona es una leyenda de la tierra por el abandono en una línea enteramente tradicional- esta vez precisa de un lenguaje ecléctico para un signo perentorio: la movilidad. The Living Road es una leyenda personal escrita en esos idiomas que alojaron su errancia e inventario terrestre: Errare humanum est.


Ya convertido en un obseso de los cruces amoroso y genéticos, oir a Lhasa de Sela me ha hecho recordar a esa otra hija de la confusión y los mitos: Lila Downs.
Y solo me cabe una interrogante: ¿no es todo lo que esperaba Chavela Vargas?


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Voy a dejar unos lincks de videos de Lhasa y Lila Downs (Ya que de Chavela Vargas están malos los videos en youtube)

Lila Downs - "La alcoba azul"

Video: Escena de la película de Frida Khalo que aparece ella cantando.





Lhasa de Sela: "El Desierto"

(Lamentablemente el video es malo y después de un rato está desfazado, pero suena bien)

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