lunes, 14 de abril de 2008

Reconciliación Tardía



—Soy una esfinge.



—Ja ja.



—Bueno, parezco una esfinge, y además soy malísima.



—Yo soy el hermanito de alguien que usted no conoce, y es mentira que me llame Guillermo.



—?



—Vengo porque en la otra cuadra dicen que usted no parece una esfinge, y que se pone furiosa cuando alguien se lo dice.



—?


—Y otra cosa: ¿Cuál es el animal que por la mañana anda a cuatro patas, a mediodía en dos y al anochecer en tres?



—Bueno, yo solamente ando en una y eso es un buen argumento para negarme a responder a preguntas tan llenas de patas.



—Usted es simpática. Le voy a decir la verdad: me llamo Guillermo.



—Yo soy una esfinge.



—Es increíble cómo nos entendemos, ¿verdad, esfinge?



—Hm.



—No seas mala, vamos a jugar.



—Bueno, pero no me hagas más preguntas, no estoy acostumbrada.

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